Si perdiera la vida, en un instante, no querría nunca olvidarte, pues lo que pierdo no es mi vida, sino la tuya al perderte, y luego no encontrarte. Es un instante la vida, y la muerte una quimera, mas no quisiera, tenerte y no tenerte, llevarte siempre dentro, y siempre quererte.
La vida no me dio nada, nada le debo, nada me debe, a cambio de mi existencia, un poquito de paciencia, un mucho de esperanza, la vida no me dio nada, nada le debo, nada me debe.
Hoy se me quedaron mis puertas vacías, anchos los espacios, las calles sin heridas, la tregua sin llanto, la palabra infinita, porque nos falta algo, que tú ya tenías, la Paz y la Dicha.
Que dulce se hace la espera, si cuando está ahí tú primavera qué maravillosos instantes, vividos y sentidos, los siempre recordados, como perlas engastadas en un rosal de flores.
Sombría la noche, fría la luna tranquila se acerca en la espesura, una tímida estrella con alas de ventura, sonrisas de alegría, así es la vida, como un cuento, no todo se olvida.