Dos caras de una misma moneda, aunque sean cara y cruz, las dos tendrán siempre la misma luz. Dos árboles, dos senderos, que conducen al mismo destino, se juntarán en el camino, de la aurora de un nuevo sol. Dos historias que se escriben, con amor.
Ahora que se acaba el tiempo, y la vida se va en un momento, quiero guardar un recuerdo, por mis amigos, por los momentos vividos, que nunca quedan en el olvido.
Estoy en vuestra casa, hogar centenario y toda ella rezuma sabor a huerta, candelabro, donde forjasteis vuestra y nuestra historia entre la cuadra, la berza y el patio. Sabor a vecindad y familia a plaza del mercado toda vuestra humildad me abruma toda vuestra vida un encanto.
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